CC: Cambio mental, Cambio social
Durante las últimas décadas el Cambio Climático (CC) ha sido parte de la formulación de varios acuerdos firmados por los países que componen la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo en Chile sólo se ha arraigado con fuerza a partir de la última década.
Gran parte de la sociedad chilena no está informada y en menor medida, capacitada sobre el CC, partiendo desde la base de que las políticas públicas sólo amplían las capacidades de contaminación y daño al medioambiente por parte de las grandes empresas mineras, eléctricas, hidráulicas, entre otras.
Rol del Estado de Chile
El Estado se preocupa del CC pero en menor medida. Las políticas públicas implementadas por los últimos gobiernos han sido un fracaso, donde priman las termoeléctricas (siendo un país con gran variedad de energías renovables o limpias) y las hidroeléctricas, inundando bosques y terminando con especies endémicas. Además de la masiva deforestación de pinos y eucaliptos, especies introducidas al país y que drenan el agua de napas subterráneas, causando sequía.
Otro factor, del débil rol del Estado en Chile, son los -malos- ejemplos como la Bahía de Quintero y la débil regulación de los Derechos de Agua. La contaminación de la bahía y los campos áridos van de la mano con la idea de desarrollo sin control, porque el país „lo requiere“. Así, han surgido movimientos que tratan de defender su entorno y de a poco la comunidad responde.
En este aspecto, el poder económico ha subyugado a la política y a la sociedad a mantenerse bajo su dominio. Grandes transnacionales se han adueñado de los principales recursos del país, amparadas, bajo las débiles leyes de explotación de los recursos naturales, donde la minería -que es el pilar de la economía nacional- y el agua son los principales bienes comercializados masivamente, a nivel externo como interno, respectivamente.
Así, las transnacionales con el amparo del Estado han explotado y comercializado los recursos naturales que por derecho corresponden a la sociedad, procurando venderlos al mayor precio posible a los chilenos y a un menor costo para los extranjeros.
El agua es vendida internamente a un costo cada vez más alto debido (supuestamente) a la temporada de sequía, que lleva años afectando a Chile. El cobre, por su parte, es exportado por los chinos a un valor mínimo, vuelve al país, procesado y valorado más elevado de lo que se quisiera.
El problema radica en que en ninguno de estos casos, las empresas o el estado quiere dejar de ganar dinero y dejar de producir energía sucia, celulosa, nuevos aparatos tecnológicos, para evitar el daño que se está produciendo y que afecta a todo el mundo. Estas consecuencias se ven desde el deshielo, hasta la sequía en países como Chile.
Empoderamiento necesario
Los individuos son conscientes de que deben aportar su „granito de arena“ para mitigar las consecuencias del CC. Pese a esto muchos ciudadanos no realizan ninguna tarea básica para disminuir este hecho.
En la práctica, al momento de informar, siempre hay un fantasma: ¿A quién apuntamos como responsables de tal o cual evento medioambiental afecta a una comunidad? He ahí un desafío no solo como integrantes de este Diplomado, sino dentro del ámbito que nos convoca al querer aportar y empoderar a la ciudadanía sobre el CC.
En una primera aproximación, dentro de las tareas asignadas en este curso, se realizaron entrevistas a niños y jóvenes de entre 7 y 20 años de edad. Podemos empezar a dilucidar que hay un gran desinterés en ellos por cambiar la situación, esto se aprecia con mayor claridad en los mayores, ya que les cuesta dejar su estilo de vida donde la tecnología es su principal aliado.
Por esto es necesario crear conciencia sobre las graves consecuencias del Cambio Climático. Pero es necesario educar a las nuevas generaciones ya que son más sensibles a estas propuestas ecológico-sustentables y de esa manera se transforman en agentes de cambio para su familia.
La razón es muy simple, es necesario realizar intervenciones en el discurso y en las acciones de los individuos frente a su visión del CC, educar y cultivar con nuevos conocimientos ya que todos poseemos un rol, como miembros activos y usuarios constantes de los recursos naturales, de entes sociales, lo que permite a todos los individuos lograr un cambio a un nivel adyacente o distante.