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La urgencia es AHORA!

La urgencia es AHORA!

Los problemas que pensábamos se los heredaríamos a nuestros nietos ya están aquí, el futuro estable del planeta está en peligro. Los fenómenos climáticos que están ocurriendo todos los días en distintos puntos del planeta nos avisan de que estamos a un paso de sumergirnos en un calentamiento global incontrolable. Debemos detener el proceso de generación de emisiones.
Pero… ¿Cómo?
Con la aprobación del texto LLAMADO DE LIMA PARA LA ACCIÓN CLIMÁTICA finalizó COP20, muchos pequeños acuerdos pero no se llegó al tema que era la meta: llegar a un compromiso de disminución de gases de efecto invernadero para que el calentamiento global no supere los dos grados centígrados respecto a la era pre-industrial.
El futuro del cambio climático se verá por fin en París. Los 195 representantes de gobiernos del mundo fracasaron, ahora, en llegar a acuerdos sobre la reducción de emisiones; Y ¿que tendrá que ocurrir, para que haya éxito en un año más?
Hay varias propuestas que servirán de base para esta reunión, pero, para cada una de ellas existen criterios tan amplios que deberán aparecer líderes más fuertes, capaces de convencer, para aunar criterios, y aceptar la realidad, y la necesidad de que la urgencia es AHORA.
El texto LLAMADO DE LIMA PARA LA ACCIÓN CLIMÁTICA arroja más preguntas que respuestas, y son preguntas que nos seguiremos haciendo nosotros mientras esperamos París 2015.Hay avances importantes como que los países deban presentar sus compromisos cuantificable de GEI hasta marzo de este año, una vez recibidos se evaluara si son suficientes para cumplir las expectativas establecidas por el IPCC; pero hay temas importantes como el financiamiento a la adaptación que pidieron los países en desarrollo durante la negociación, no hay un camino claro a seguir para el logro de este punto tan importante. Esta el compromiso de aporte, pero, ¿Cómo?
Tampoco hay herramientas para definir la responsabilidad que les cabe a los países en desarrollo y a las economías emergentes. Es muy claro que las grandes potencias llevan a cuestas una deuda que deben saldar con un compromiso, en primer lugar de una alta disminución de emisiones; y en segundo lugar, fuertes aportes, financieros y tecnológicos, para los países más pobres.
El otro tema pendiente es el apoyo financiero y tecnológico a los países del sur global que sufren el impacto de este fenómeno.
Esperemos que en marzo cada nación entregue un plan y compromiso cierto, de reducción de emisiones, y esperemos que se creen las estrategias de verificación de estos compromisos.