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Jagüeyes una alternativa de Tecnología Hidráulica Ancestral

(Fotografía Serie Cultural, Agua y Biodiversidad de la Costa Ecuatoriana-Silvia Álvarez)

El agua es uno de los elementos de la naturaleza vital para la existencia del ser humano en el planeta. En la actualidad la población, debido al cambio climático, está expresando su preocupación por que el líquido resulta ya escaso.

Por ende a nivel mundial existe la demanda del desarrollo de nuevas políticas y modelos que permitan la distribución y manejo adecuado del líquido vital.

Este motivo ha llevado a que se realicen muchas investigaciones donde ha cobrado vigencia retomar formas pasadas del manejo del agua como estrategia sostenible que nos pueda dar luces sobre las óptimas maneras de manejar este recurso. (Florencio Delgado-Los sistemas precolombinos de manejo del agua en la Costa del Ecuador)

Es importante resaltar que en las Costas Ecuatorianas aparecen dos sistemas del manejo del agua, los llamados Jagüeyes o albarradas y los camellones (hoy desaparecidos), que han venido siendo utilizados ancestralmente por nuestros habitantes de zonas áridas de las costas Ecuatorianas. Varios estudios concuerdan que los Jagüeyes empiezan a construirse desde aproximadamente el formativo tardío, aunque investigadores como Marcos (1988) lo asocia con el sitio Valdivia tardío de San Pablo, recientes excavaciones de Marcos y Tobar (2004) señalan una fuerte asociación de los mismos a periodos tan antiguos como el Formativo Temprano. (Florencio Delgado-Los sistemas precolombinos de manejo del agua en la Costa del Ecuador)

Los jagüeyes indígenas, hoy conocidas como ALBARRADAS, están aún presentes en las Provincias de Santa Elena y Manabí, donde habitan comunidades descendientes de la Cultura Manteño – Huancavilca.

Los jagüeyes eran compartidos entre las distintas comunidades indígenas, durante la Colonia y hasta principios del siglo XX, cuando se los empezó a llamar albarradas. El trabajo de construcción, mantenimiento, limpieza, continuó en manos de las distintas comunidades de la Península de Santa Elena mediante la práctica de mingas, pero a partir de 1937,(Ley de Organización y Régimen de Comunas, Decreto Supremo 142 del 30 de julio de 1937, promulgada en registro oficial 558)  cuando se promulgo la Ley de Comunas, la situación empezó a variar un poco, puesto que cada comuna se ocupaba de sí misma y del espacio geográfico que le correspondía, con lo cual “algunas albarradas quedaron desagregadas de la unidad histórica de la que formaban parte, y no contaron con mano de obra suficiente para un tipo de mantenimiento periódico como era la costumbre. (San Biritute: lluvia, amor y fertilidad, María Eugenia Paz y Miño-INPC)

Son construcciones hidráulicas, en pequeños embalses de estructuras de tierra en forma de herradura, destinadas a recoger el agua de lluvia, que son captadas de pequeños riachuelos que se forman cuando llueve (se les denomina escorrentías), que permite que la población se abastezca de agua casi todo el año. Está fue una respuesta a la dicotomía climática de la península donde se experimentan etapas de exceso y escases del agua (Álvarez et al., 2004), por la influencia de la corriente cálida de El Niño.

Las albarradas, jagüeyes o también llamadas aguadas por retención, en las áreas dominadas por el bosque seco tropical, forman parte del paisaje cultural y productivo de la región costera, pueden definirse de forma genérica como humedales lenticos artificiales o reservorios de agua artificial. Construcciones hidráulicas, que poseen muros de tierra bien definidos (denominados cabeceray brazos). Sus formas son variadas: circulares, semicirculares (forma de herradura) o circular alargada(con cola).

Dentro de las investigaciones realizadas, fueron encontradas en los muros de las albarradas, restos de concha Spondylus, lo que significa una asociación simbólica en ofrendas que tenían relación con esta valva con la idea de la captación del agua. (Florencio Delgado-Los sistemas precolombinos de manejo del agua en la Costa del Ecuador)

No olvidemos que varias de las comunas tienen idolitos de piedra, como Sacachún, San Biritute “que cuando llegó el monolito del cerro las negras llovió tanto que por esta razón lo consideraron milagroso” (San Biritute: lluvia, amor y fertilidad, María Eugenia Paz y Miño-INPC) , o la Barranca de Julio Moreno que tienen los Cirilos, estos asociados a la espiritualidad de la fertilidad en los seres humanos y de la tierra.

Descripción gráfica

  1. Pozo interno asociado a la albarrada
  2. Pozo externo asociado a la albarrada
  3. Acuífero alimentado por la albarrada
  4. Formaciones geológicas permeables y semi permeables
  5. Área de aportación
  6. Lechugines
  7. Muro de albarrada
  8. Brazo de la albarrada
  9. Bosque
  10. Comunidad
  11. Área de desfogue

Fuente: Marcos 1988, Ramón 2008

En la superficie se encuentran plantas que la oxigenan (lechugines), protegen de la evaporación, la mantienen fresca, y coadyuvan a consolidar un pequeño ecosistema acuático, se siembran árboles en el muro y en el brazo para fortalecerla y dotar de sombra al lugar.

Se llenan mediante un proceso de lenta acumulación de agua de lluvia proveniente de las escorrentías que bajan de las elevaciones cercanas, aunque también pueden llenarse con el agua de pequeñitos cauces que corren durante la estación lluviosa (llamados localmente „chorrillos“, „mangas“ o „manguitas“). (Proyecto Albarradas en la Costa del Ecuador: Rescate del Conocimiento Ancestral del Manejo Sostenible de la Biodiversidad)

Por lo general este sistema de captación de agua se construye utilizando la pendiente del terreno donde la hay, similar al sistema de represas que se construye en la actualidad para la generación de energía eléctrica, obviamente muy diferente en el tamaño y la envergadura de la obra. (Álvarez, 2004) en otros casos se realizan “Tapes” que no son otra cosa que la captación de agua desde los ríos en época lluviosa, estos tienden a colapsar en tiempos de fuerte afluencia de lluvia.

Se encuentran muy cercanos a la población, que utiliza el agua para diferentes actividades, en toda la península incluyendo geográficamente a las poblaciones comunales de Playas, Posorja y El Morro.

En estos lugares de la región sólo llueve una vez al año y durante un corto período de tiempo, donde los ríos son intermitentes y se secan rápidamente, por lo que crear una fuente alternativa y estable de agua ha sido muy importante para estas poblaciones.

Sin la presencia de esta tecnología distribuida por todo el territorio, se hace impensable concebir la ubicación de los actuales asentamientos humanos y su permanencia en el área desde hace tantos siglos. (CosPés na Terra – Información, reflexión y debate sobre a sustentabilidad)

Sistema de albarradas

A pesar que históricamente hubo la desestructuración dramática con la colonización española, las albarradas han permanecido en la región durante muchos años. Para las poblaciones son muy importantes, por el aporte al entorno ambiental específico en el que viven, y la riqueza patrimonial que encierran en sí estas estructuras ancestrales, este saber que se ha transmitido de generación tras generación.

Debemos resaltar con énfasis en el patrimonio intangible que guarda su sistema en un  conjunto ordenado de normas y procedimientos que regulan el funcionamiento de un grupo o colectividad en torno a la albarrada, la mayoría de ellas manejado por las Comunas, porque también existen las privadas.

Uno de los pilares fundamentales es la organización de la población, que tiene un rol protagónico por la acumulación de experiencia en la construcción, cuidado y manejo de estas estructuras, para que perduren en el tiempo. Porque una de las amenazas es que pueden ser destruidas en época de lluvia abundante, por dos motivos: la fuerza del agua puede romper los muros, unido al limo arcilloso que arrastra el agua cuando se deposita en la albarrada que puede bloquear el desaguadero, o directamente disminuir su capacidad de carga hasta cubrirla completamente.

Sabemos que desde hace muchos años atrás, antes de que aparezca la figura comunal, las poblaciones siempre estuvieron organizadas para el manejo de sus recursos naturales. De hecho en la actualidad, en casos en los que la organización comunal está ausente, otras formas organizativas asumen el cuidado de las albarradas.(Marcos, coord. 2004)

El manejo de las albarradas está ligado al manejo de las tierras, el sentido de propiedad y derecho, ha sido siempre la voz de los habitantes peninsulares, a la hora de enfrentar sus conflictos con relación al territorio y sus recursos.  (Los Comuneros de Santa Elena, Álvarez, 1991).

Los investigadores coinciden en que el territorio y los recursos que lo componen, la construcción y el manejo de las albarradas fueron manejados colectivamente y representa un ejemplo tangible.

Pero para ir identificando toda la dimensión de esta tecnología, los investigadores tuvieron que conformar todo un equipo de trabajo con diversas disciplinas como la Arqueología, Antropología, Sociología, Botánica, Geología, Paleobotánica, quienes determinaron los principales componentes que hasta el momento permiten entender a las Albarradas como una compleja estructura donde se combinan estrategias eco-culturales con las organizacionales para su buen funcionamiento (CosPés na Terra – Información, reflexión y debate sobre a sustentabilidad):

  • Conocimiento acumulado que permite el manejo del medio ambiente: conocer donde se puede construir la albarrada, sembrar árboles alrededor de la albarrada, armonía con los animales silvestres, sembrar peces, manejo de plantas acuáticas y algunas especies de animales, pueden construir un huerto colectivo (chacras).
  • Capacidad de trabajo colectivo organizado: mingas, limpieza de muros, desbroce de maleza para evitar los insectos, desalojo del limo arcilloso.
  • Normas, valores y conductas que orientan la gestión de los recursos naturales: existen albarradas abiertas, donde los pobladores utilizan el líquido para lavar ropa o bañarse, dar de beber a los animales o pescar, las cerradas suelen tener alambrado o en caso de las más antiguas, cerramiento con palos de Guasango, para evitar el ingreso de animales y preservar el agua más cristalina, de este tipo de albarrada utilizan para consumo humano, existen horarios establecidos para la extracción del agua.
  • Estructura física de la albarrada: el saber ancestral de cómo se construye y se mantiene una albarrada ha sido por vía oral, conocimiento del trayecto de escorrentías de lluvias, tipos de suelo, gradiente de los terrenos, existencia de los acuíferos y eventos climáticos.
  • Estructuras asociadas: pozos de agua dentro y fuera de la albarrada, que son utilizados cuando la albarrada se seca, los muelles son construidos en las albarradas cerradas para evitar el contacto con el agua, lavaderos que son sitios utilizados por las mujeres, ubicados fuera de la albarrada cerca de los árboles, donde se pueden apreciar las piedras de lavar, las mujeres tienen un papel fundamental en la preservación del área de la albarrada.
  • Comunicación: el horario que utilizan para dar de beber a los animales suele ser muy por la mañana y por la tarde desde las 3 pm. Esta práctica permite a los hombres esperar al ganado debajo de los arboles donde suelen coincidir con vecinos de otras comunidades e intercambian información durante la espera. (CosPés na Terra – Información, reflexión y debate sobre a sustentabilidad, Comunas y Comunidades con Sistema de Albarradas, Silvia G. Álvarez, Mónica Burmester)

Diagnostico general 

En esta zona es muy notoria la pobreza extrema presente en estas poblaciones peninsulares, esta situación los obliga a emigrar hacia las ciudades en busca de trabajo. A pesar del esfuerzo de varias instituciones gubernamentales y no gubernamentales, en tratar de satisfacer las necesidades más básicas, se une la problemática de la disputa de las tierras comunales, debido a las ventas irregulares e invasiones que producen conflictos al interior de las comunas.

Otro factor que ha debilitado mucho la fortaleza de las comunas, es el cambio climático que está incidiendo gravemente en la economía de las poblaciones, esto también debilita notoriamente a los habitantes de valorizar su entorno, que produce dejar en segundo plano los saberes locales, en relación con el uso y manejo de sus recursos naturales. Por tal motivo se ve afectado los conocimientos y la experiencia local en torno a las albarradas.

Las localidades de Sayá, Sube y Baja, El Morrillo y la Barranca de Julio Moreno, tienen muchas dificultades para el acceso al agua potable, que es distribuida en tanqueros, las familias más pobres no tienen otra opción que el consumo del agua de la Albarrada y luego de los pozos cercanos a estas; la comunidad con más cantidad de pozos es Sayá.

Otro tema que está sucediendo es la desvalorización en cuanto a la calidad del agua, ciertos comerciantes para aumentar sus ventas se encargan de desprestigiar las fuentes tradicionales de agua, y de hablar despectivamente del consumo de las albarradas.

El CANAL DE CEDEGE es otra fuente de agua, pero por su alto valor no es accesible para las comunas al igual que las haciendas, las cuales tienen mejor situación económica, han optado por las albarradas para resolver algunas de sus necesidades productivas. Un impacto ambiental manifestado por los pobladores es que al canal se acercan a beber el ganado, los animales silvestres como los venados,  que resbalan y quedan atrapados en el mismo hasta morir ahogados.

Existe mucha gente por lo general con poder político, que están adquiriendo tierras para convertirlas en agrícolas aprovechando el CANAL, pero se evidencia el retorno de los hijos que emigraron a estudiar, que regresan a proteger sus tierras comunales también trabajándolas en producción agrícola. El valor de la tierra se incrementó a partir de la construcción del canal.

La Barranca de Julio Moreno, a diferencia de las otras comunidades en mención,  cuenta con escuela, colegio y sub centro de salud,  mientras que las otras comunidades sufren mucho en tiempo de lluvia por sus vías de acceso en mal estado. En esta comuna se mantiene con fuerza la siembra de maíz, yuca, plátanos y la cosecha de ciruela, que cuando es su época lo realizan las familias comuneras, pero también se contrata mano de obra lo que produce un movimiento económico que incluye a habitantes de otras comunidades, que trabajan para vender la fruta a compradores que vienen de la ciudad de Guayaquil.

En estos últimos años se percibe una reivindicación cultural, en cuanto a la puesta en valor y mantenimiento de sus albarradas, y la importancia del regreso del tótem de San Biritute y la relevancia que le dan los habitantes de la barranca a sus Cirilos, esto repercute en toda la zona.

Los habitantes reconocen que las albarradas son un legado cultural de sus antepasados, y en todas las comunas mencionadas se revela el orgullo del saber de la capacidad creativa tecnológica de la herencia indígena.

A manera de conclusión

El paisaje del entorno de las Albarradas incluye el modo de vida, de la gente del pasado y del presente, sus asentamientos, tenencia de la tierra, morfología del campo de cultivo, los muros, las agrupaciones de casas, redes de senderos de acceso, caminos, la organización social, su cosmología, expresada en toda la estructura física del paisaje, que no debe de solo verse como un descubrimiento arqueológico, sino en prácticas culturales vivas aleatorias, históricamente compartidas y que se encuentran físicamente en el paisaje, la memoria y la vida cotidiana.

En este entorno se puede plantear el tema de la sostenibilidad, teniendo como ejemplo el bagaje de saberes ancestrales de las albarradas, que claramente nos indica el mantenimiento de productividad durante un largo tiempo, mientras se mantiene y protege los recursos del medio ambiente sin degradación. Se puede plantear como sostenibilidad del Patrimonio Cultural de Sistemas de Conocimiento Indígena, revitalizando estas antiguas tecnologías aun presentes en las comunas. (Agricultura ancestral. Camellones y albarradas: Contexto social, usos y retos del pasado  y del presente – Clark L. Erickson – University of Pennsylvania, cerickso@sas.upenn.edu)

Los jagüeyes deben ser entendidos, protegidos, respetados y preservados a tiempo y en el espacio, no tratándolas como reliquias, porque son respuestas adaptativas que han pasado las pruebas del tiempo y que han sido capaces de sustentar ampliamente a las poblaciones que las usaban.

 

Alex Yagual Muñoz-Gestor Cultural