by Miguel Benito Silva
El niño y el Quisco
Un niño estaba subiendo el cerro cuando este resbala y pisa un Quisco, este despierta y grita asustada. ¡No, por favor no me ataques! el niño sin entender porque el quisco gritaba le pregunta ¡hey! soy solo un niño ¿Por qué piensas que quiero atacarte? El quisco lo mira y le dice: Mira lo que han hecho con mi hogar despojaron de su casa a mis amigos Quillayes y Espinos y los remplazaron plantando Pinos y Eucaliptus. Donde antes tenían su hogar mis amigas las liebres hoy hay paneles solares. Y ya no tenemos agua porque construyeron piscinas para que se refresquen sus viñedos. El quisco termina diciendo: a mi me gusta el calor, es más me ayuda a florecer, pero a veces necesitas de la lluvia, para saber que también extrañas el calor.
El niño preocupado le dice: y ¿Qué puedo hacer yo para ayudarte?, ¡no sé cómo ayudarte! El Quisco lo mira y dice: ves esas semillas tómalas y llévalas a tu casa, plántalas y cuando salga un pequeño arbolito vuelvas a traer y plántalo.
El niño le hace caso y vuelve tiempo después con muchos pequeños arbolitos y las planta alrededor del quisco, el quisco sorprendido al ver que el niño volvió le dice: no pensaba que ibas a volver y niño lo mira y esboza una sonrisa para decirle: yo siempre vuelvo a ayudar a mis amigos.