CULTURA DEL CAMBIO CLIMATICO: LA TRANSFORMACIÓN DESPUÉS DEL COP21
La “cultura” está ligada a la educación, a lo que aprendemos. “Transformación” es cambiar algo por otra cosa similar, pero manteniendo la misma base. El CAMBIO CLIMÁTICO necesita justamente trabajar en estas dos líneas. Primero educar a la ciudadanía y generar una cultura medioambientalmente responsable y segundo utilizar dicha cultura para generar los cambios de conductas tan urgentes y necesarios.
¿CLIMA Y PERSONAS CAMBIANTES?
Se sabe que el clima está cambiando y que hay personas organizadas que están haciendo cosas para evitar que el panorama medioambiental empeore. Sin embargo, la información es diversa, un tanto compleja y a veces contradictoria. Por tanto, aún no hay un consenso entre las percepciones individuales y qué tanto entendemos sobre un tema que hoy lo tenemos “instalado” sobre el “techo” de nuestras casas.
Esto quedo demostrado en cuatro entrevistas que realicé a conocidos de profesiones diversas: un agrónomo, un periodista, un ingeniero en climatización y un funcionario municipal ligado el tema ambiental. A continuación el resultado:
¿SE SIENTE O NO EL CAMBIO?
En este punto no hay discusión. El cambio climático se siente y no solamente por la información entregada por los medios de comunicación: más de 5 años seguidos con déficit de precipitaciones en la zona centro-sur del país, lluvias fuera de estación o de intensidades atípicas, un invierno 2015 bastante temperado y temperaturas máximas sobre los 30 grados antes que comience el verano.
COP21: ¿ALCANZA CON ESTO?
Si bien el tamaño muestral no es significativo y además no todos entienden lo que es el COP21; es posible intuir que las percepciones son bastante similares a lo que piensa más del 50% de las personas en lo siguiente:
- Esta cumbre tiene “algo” distinto a las anteriores y por la cobertura de los medios de comunicación y la cantidad de países participantes, debiera ser el comienzo de acciones concretas.
- Existe la posibilidad de perder esfuerzos (y tiempo valioso) si las grandes potencias como EE.UU., Rusia y China no generan un cambio de timón en sus políticas medioambientales.
- Los compromisos asumidos no aseguran un futuro por debajo de los 2°C de aumento de temperatura, ya que no son obligatorios, quedando a la voluntad de cada país; lo que puede poner en riesgo la vida de muchas personas.
- Sin acciones los compromisos adquiridos no tienen sentido.
LA VIDA EN 20 AÑOS MÁS
Hay una mezcla de escenarios pesimistas, optimistas y sus matices:
- Mayor eficiencia en el uso de la energía, principalmente en las casas y departamentos.
- Más seco y caluroso, con mayor incidencia de eventos climáticos extremos (inundaciones y sequias); más aire acondicionado; mayor costo de frutas y verduras y servicios básicos (agua y electricidad).
- Aumento de la desertificación de la zona central del país.
- Gobiernos asumiendo controles estratégicos en las áreas de mayor relevancia medioambiental. (Por ej: energía, transporte y medioambiente)
- Habitantes con una mayor conciencia sustentable y participando activamente en los cambios que se requieren.
ADAPTACIÓN DEL ESPACIO URBANO: VISIONES
- Una sana convivencia entre los espacios urbanos y la naturaleza (áreas verdes). Reconocer que somos parte del medio ambiente y por tanto debemos saber complementarnos.
- Ciudadanía más consciente de sus acciones y empoderada a la hora de exigir a las autoridades una mejor gestión de los riesgos y de las acciones que ayuden a mitigar y adaptarse al cambio climático.
- Educación medioambiental básica y secundaria preventiva.
- Normas más exigentes sobre el funcionamiento de empresas y cuidado de los recursos.
- Desarrollo acorde con el contexto climático: uso responsable del agua, jardines áridos, infraestructura verde que ayude a mitigar eventos extremos.